Veinte años del Arboreto Luis Ceballos

El pasado 22 de abril celebramos los 20 años del Arboreto. Fue una jornada muy especial: divertida, emotiva y llena de actividades interesantes. Un reflejo de la actuación del Centro durante todos estos años (de la que puedes saber más en el artículo de la revista ICOM «Arboreto Luis Ceballos, 20 años acercando la ciencia a los ciudadanos»). 

En esta ocasión la meteorología, que nos obligó a aplazar la celebración prevista en octubre, estuvo de nuestra parte y disfrutamos de un día ideal. 

La fiesta empezó por la mañana con la Feria de Actividades Ambientales. Diecisiete entidades, entre asociaciones locales, empresas de actividades de naturaleza y otros centros de educación ambiental, quisieron acompañarnos con alguna propuesta interesante para los visitantes. Repartidas por todo el Arboreto, no quedó rincón que no se llenase de grupos de personas investigando, descubriendo, plantando, pintando… En definitiva, disfrutando en y con la naturaleza.


Los más de ciento sesenta amigos y amigas que vinieron a participar en las actividades, pudieron también disfrutar de dos exposiciones inauguradas para la ocasión. En «Descubriendo la fauna cercana» pudimos observar un enorme repertorio de elementos atrayentes de fauna, realizados todos ellos en distintos talleres del Arboreto: diferentes tipos de cajas nido, comederos para aves y hoteles de insectos. En «XX Aniversario de la Red de Centros de Educación Ambiental» rendimos un tributo a nuestros compañeros de viaje durante estos años, los demás centros de la Comunidad de Madrid. Pudimos conocer mejor qué nos ofrecen y qué han hecho.


Tras charlar un rato y despedir a amigos y colaboradores, la pausa de la comida dio paso a la parte más emotiva de la celebración. Alrededor de veinte antiguos trabajadores y trabajadoras vinieron, acompañados de familiares y amigos, a reencontrarse con su Arboreto y compartir vivencias entre ellos y con el actual equipo. Besos, abrazos, risas, paseos solitarios o en grupo para ver “cómo está aquel rincón o ese árbol viejo”… Una merienda compartida, con las delicias que trajo cada cual, creó el buen ambiente necesario para que nos animáramos a compartir nuestras vivencias y sentimientos en nuestro paso por el Arboreto. Dicen las malas lenguas que incluso afloró alguna que otra lagrimita. Fue muy especial el momento en que las casi cincuenta personas que estábamos, nos apiñamos en la caseta para ver un vídeo con fotos de todos estos años. Como dice (aproximadamente) un dicho húngaro, ningún sitio es pequeño para mucha gente buena. (No ponemos aquí el vídeo por ser algo más personal, pero si eres un antiguo trabajador o trabajadora, ponte en contacto con nosotros y te lo hacemos llegar.)


Un gusto sentirse tan vivo y tan acompañado. El Arboreto agradece de todo corazón el cariño que le disteis quienes vinisteis ese día, quienes quisisteis pero no pudisteis y quienes le visitáis habitualmente. El actual equipo de trabajo se siente feliz y muy agradecido a los compañeros que nos precedieron. Esperamos continuar igual de bien y celebrar otros muchos cumpleaños.